jueves, 19 de diciembre de 2013

Escarcha de luz.

Era de madrugada, no sabía exactamente qué hora era, pero todo estaba muy obscuro. Me despertó un haz de luz que desgarró la noche más allá del pasillo. ¿Qué era eso? Salí de la cama y mis pies se helaron casi de inmediato al tocar el piso. Mi vieja pijama comenzaba a quedarme pequeña: mis tobillos y muñecas quedaban expuestos al frío invierno, pero no me importaba. Quería averiguar de dónde venía esa luz.

Teniendo siete años, la curiosidad es natural. De haber sido más grande, habría pensado que podía ser un ladrón, sin embargo ese pensamiento nunca se asomó por mi mente. Después de todo, era Nochebuena. ¿Qué ladrón iba a trabajar en Nochebuena?

Las esferas del árbol tintineaban delicadamente iluminando mis pasos con sus rayos de luz. Al salir del pasillo vi a un hombre alto y gordinflón parado al lado del árbol. ¿Era él? Se dio vuelta y una parte de mí gritó por mis adentros "¡es él!"; sus mejillas sonrosadas, su cabello blanco y su expresión dulcemente tierna lo confirmaban. No había duda alguna, era él.

Su traje y el sombrero rojo carmín con detalles blancos así como el cinturón negro resplandecían con la luz que de él emanaba. Sí, la luz que había llegado hasta mi cuarto provenía de él. Llevaba con él un enorme saco que cargaba con facilidad, como si fuera ligero; pero se veía tan lleno que costaba creer que lo sostuviera con una sola mano mientras escarbaba con la otra en su interior.

Sonreí y él lo hizo de vuelta. Acercó su enguantada mano izquierda a la boca y me hizo una seña "shhhh". Lo imité con una risilla cosquilleándome los labios. Guiñó el ojo y se desvaneció entre un montón de resplandecientes copos de nieve que me salpicaron la cara y las manos.

Cerré los ojos y los abrí de nuevo. Todo se había ido, pero mi piel seguía salpicada de luz. Volví a la cama sin hacer ruido y el sueño se apoderó de mí rápidamente. Podría jurar que dormí sonriendo. A la mañana siguiente, todo parecía un sueño... pero algo me decía que no era así. Miré mis manos otra vez y seguían brillando. ¿Era posible?

Jojojo.

lunes, 16 de diciembre de 2013

El viaje hacia la Navidad.

Ya falta poco para navidad.

A tan sólo 8 días de Navidad he visto con cuántas ansias esperan tan especial fecha pues en los viajes que he hecho por la ciudad se nota como corre el espíritu navideño en las casas, automóviles y árboles de la calle y demás.

Hace unos días hice un viaje a equis parte de la ciudad donde tuve la oportunidad de ver el anochecer en esta zona; todo se iluminó en cuanto cayeron las 8 de la noche, parecía que en realidad era de día por tantas luces amarillas y algunas de colores que resplandecían en toda la cuadra, muñecos enormes, árboles llenos de luces, adornos y y poco de nieve artificial se dejaba ver en algunas casa. En esta calle se vive la navidad desde antes, se notaba, por supuesto, apenas caminabas unos pasos y creías que ya era 24 de diciembre, se podía sentir tanto espíritu, respirarlo, verlo e imaginar lo increíble que se pondría en 8 días.

En realidad pensé que ya era navidad, tan sólo bastó caminar para darme cuenta que de toda la maravilla de aquella calle sólo era verdadero el ambiente casi artificial, tal vez cuando pase la navidad y año nuevo todo sea diferente y monótono, en algunos días quitarán los adornos, la nieve, las luces etc. y no pude evitar pensar en lo mejor que sería la vida de las personas si fuera navidad todos los días; la gente sería amable (tal vez), se convertirían en mejores personas.

No importan los regalos o el materialismo que todos los años se da, la lucha incansable por acertar en el obsequio adecuado para quienes amas; la cena, la convivencia, eso es lo que importa más, una buena convivencia en esta navidad lo es todo, ¿Te peleaste con alguien a quien amas? ¿Un familiar, un amigo? ¡Qué va! Estás a tiempo de poder dejar el orgullo atrás y decirle a esas personas lo importantes que son en tu vida, no dejes que pase el tiempo y poco a poco se vayan alejando. ¡Estás a tiempo!

En fin, que todo lo que quieres se haga realidad, bla, bla, bla, ¡Feliz navidad y próspero año nuevo 2014!