Desde niños nos
preguntamos a dónde irán todas esas "estrellas" que protagonizan
nuestras series favoritas animadas, pensamos que jamás acabaran por el hecho de
ser niños y que siempre estarán esos personajes en nuestra cabeza, nuestro
presente y nuestro corazón; ignoramos el hecho de que son sólo eso,
caricaturas. Antes, eran caricaturas que gustaban a todo tipo de público, desde
el más pequeño hasta al más grande, eran historias inteligentes, unas tontas,
algunas interesantes, pero atrapaban a cualquier persona con tan sólo ver un
episodio o bastaban unos cuántos minutos para que ese alguien se convirtiera en
un fan, sí, eso era.
Miles de historias y miles
de horas de trabajo de los caricaturistas y producción para que al final, su
trabajo se viera reflejado en una pantalla que la gente disfrutaba, esperando
el siguiente capítulo; historias que forman parte de nuestra imaginación hoy en
día y que hasta la fecha no se olvida. Eso era una forma muy interesante de
quitar el estrés, llegar a tu casa, prender el televisor y ponerle a tu
caricatura favorita, no importa cuál haya sido, tú podías disfrutarla casi sin
ninguna distracción aunque a veces no pudieras verla por causas de fuerzas
mayores. No importaba el género, si era Dragon Ball Z o Tom & Jerry, si lo
querías, eras capaz de olvidarte del mundo por una o media hora, eras libre de
todo el estrés general que te causaba el mundo, eras libre de los cánones de tu
trabajo o la escuela, simplemente, eras libre para ser un niño otra vez.
Clásicos televisivos de
aquellas épocas, películas animadas emblemáticas que marcaron nuestra infancia
y que lo siguen haciendo, quién olvidaría a La Pantera Rosa, los chicos Eds
(Ed, Edd & Eddy) o la pandilla de Los Chicos del Barrio, clásicos de
canales como Cartoon Network, Nickelodeon y Disney que hoy al parecer se
olvidaron de eso, de sus fans, de los fans que amaban esas caricaturas y que
esperaban horas, inclusive días para ver un nuevo episodio. Todo se ha ido al
baúl de los recuerdos, con el tiempo todo se va quedando atrás.
¿Qué ha pasado
realmente?
Mercadotecnia, eso es lo
que ha pasado, a la gente de hoy en día, sobre todo a los niños, ya no les
interesa ver una historia bien desarrollada, con buenos personajes, con un buen
ambiente, que llame la atención de muchos, de un público que está esperando a
que los reten... Eso ahora ya no importa, los niños quieren ver a un personaje
amorfo, estúpido, que sólo impresione por su forma de hablar y actuar, al
parecer los creadores de hoy se han basado mucho en eso, para crear una
temática seca, sin sentido alguno, al que sólo le importe vender juguetes y
cualquier otro artilugio de esta caricatura.
En estos tiempos es
difícil diferenciar una caricatura de otra, los personajes son tontos, actúan
de acuerdo a un gusto banal, hablan sartas de tonterías; ya no es la misma
temática que antes, un claro ejemplo de esto, es ma famosa caricatura
"Pokémon", esta, ya no tiene sentido alguno, con el paso de los años
encuentran más criaturas que en temporadas pasadas se estimaba que el número de
estos "animales" no llegaba a los 200, hoy en las nuevas temporadas,
revasa esa cifra. A los caricaturistas de hoy (en mi opinión más profunda y
aunque suene crudo) ya no les interesa hacer buenos trabajos y prueba de esto
son las caricaturas "Un Show Más" y "Hora de Aventura",
estas carecen de mucho sentido, sin dejar a un lado que los dibujos no están
para nada hechos bien, tienen un toque de comedia que es muy absurdo y muy
tonto, nada que ver con cómo era todo antes.